
Soy Jesús Sánchez Caro, colegiado 492 en libre ejercicio desde el 20-07-1989, ya ha pasado unos años. Toda mi actividad profesional la he desarrollado en mi pueblo natal, Trebujena, donde no existía por aquellos años despacho profesionales de ningún tipo. Hoy tenemos de todo y en abundancia.
Creo que la profesión de Graduado Social me estaba esperando pues en primer lugar pertenezco a una familia de comerciantes, donde de un modo u otro siempre me tocaba el tema de cuentas y gestiones. Fue entonces cuando entré en contacto con un despacho de Graduados Sociales de una vecina población para contratar sus servicios, me gustó su dinámica, el modo de resolver problemas y su eficacia debida sobre todo a la especialización sobre las necesidades de la empresa. Pude comprobar que no existían profesionales más idóneos en la materia. Abandoné la matricula en la Facultad de Derecho y la cursé en el seminario que existía entonces en Jerez de la Frontera dependiente de la Escuela Social de Granada.
No fueron fáciles los inicios pues, aunque como ya he dicho antes no existían despachos profesionales, la mayoría de la gente depositaban sus asuntos en personas más o menos ilustradas que “arreglaban papeles” y aquellas empresas más serías, tenía los servicios en localidades vecinas.
Como sabréis, esta es una profesión que tiene su base en la confianza que podamos inspirar a nuestros clientes y no hay otro camino para tener éxito que el trabajo bien hecho para que ellos se sientan seguros y confiados en quienes depositan sus asuntos. Es la mejor arma para luchar contra el intrusismo y competencia desleal, que tanto sufrimos.
Cuando echo la vista atrás y recuerdo lo que ha sido mi vida profesional, he de decir que el balance ha sido muy positivo, Y no me refiero al tema estrictamente económico, sino a las oportunidades y situaciones que gracias a mi profesión he podido conocer. He participado en la creación de asociaciones de pequeños comercios en distintas localidades, instrumentos muy importantes para la lucha de sus intereses, he colaborado en jornadas, conferencias, etc., sobre temas especializados de nuestra profesión, también tuve la ocasión de impartir cursos de formación a través del extinto INEM, … en fin, actividades todas ellas de las que me siento orgulloso y que agradezco a la especialización que nos brinda nuestra profesión.
En honor a la verdad, puedo afirmar que siempre conté con el apoyo de nuestros compañeros, y eso es algo de lo que podemos presumir los Graduados Sociales, no estamos solos, nuestra unión fruto indiscutible del trabajo de nuestro Colegio ha dado como resultado el que hoy en día seamos unas de las profesiones colegiadas más brillantes de nuestro país. Sin la labor vehemente en la defensa de nuestra profesión llevada a cabo por nuestros Colegios y de modo muy particular al nuestro de Cádiz, no estaríamos ni seríamos lo que hoy somos.
Son muchos los retos a los que nos hemos enfrentado los Graduados Sociales, crisis económicas, constantes cambios legislativos, enfrentamientos con otros colectivos profesionales y, por último, una pandemia sanitaria durísima y donde hemos demostrado con nuestra unión, preparación profesional y valentía la importancia de nuestro colectivo para la difícil situación en la que se encontraban empresas y trabajadores de nuestro país. Estábamos solos, y sin embargo supimos estar a la altura de lo que se nos demandaba. Por eso, pienso que el futuro no nos debe asustar, lo afrontaremos con la misma capacidad y fuerza que siempre hemos demostrado, y manteniendo orgullosos la bandera de nuestra profesión.