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n Manuel María Freire Beltrán, colegiado ejerciente nº394 con alta el 11 de septiembre de 1986, inició su vida laboral como pintor en los Astilleros Españoles de Matagorda, compatibilizándolo con sus estudios de Derecho en la UNED. Allí, encontró un mundo interesante y necesitado de una reflexión profunda de la importancia de la confrontación entre empresa y trabajadores. Trabajó como calderero tibero en la empresa hoy desparecida Fábrica San Carlos, y fue allí donde se incrustó en la lucha sindical (entonces perseguida) obviamente fuera de lo contemplado en el mal llamado Sindicato Vertical. Dedicó once años de su vida a esa labor sindical y el título de Graduado Social le sirvió mucho para acometer su actuación de la manera más revolucionaria que consideró, llevando la ley debajo del brazo. Se le quedó el mundo laboral por cuenta ajena un poco corto y consideró que había llegado el momento de establecerse como Graduado Social colegiado y Ejerciente Libre, lo que hizo y lo que lleva haciendo “casi” 35 años.
¿Qué te impulsó a ser Graduado Social? لعبه البوكر لعبه البوكر
Pues bien, mi ascendencia y cultura cristiana siempre me ha generado la inquietud de buscar el equilibrio en las confrontaciones, en todas las dimensiones y ordenes de la vida, el respeto y la tolerancia en el más amplio de los conceptos. Desde esta perspectiva siempre pensé que reivindicar las injusticias, cualquiera que fuera el ámbito, me pareció una cruzada perfecta que considero cubierta por el ejercicio profesional como Graduado Social.
¿Cómo ves ahora la profesión?
No la veo bien. Dicho así, me quedaría corto en esta calificación y no expresaría la plenitud de lo que considero realmente lo que significa esta profesión a la que idolatro. كيفية ربح المال من الالعاب Pero sin excesos y abundando, la profesión es dura y a veces hasta cruel por una dinámica a día de hoy más exagerada que nunca por causa de esta desaliñada pandemia. Con esto no me refiero al último año de pandemia, que ya se transforma de una dinámica a una locura, sino al esfuerzo permanente que exige.
¿Recuerdas alguna situación concreta a lo largo de tu trayectoria que merezca considerarse un ejemplo de tu desempeño profesional?
No tan solo lo recuerdo, sino que también quisiera destacar hechos actuales. Me gustaría resaltar el problema que el aglomerado de cuarzo ha generado en Cádiz, particularmente en Chiclana de la Frontera, donde se cuentan más de 100 inválidos como consecuencia de trabajar un producto que no se avisó del riesgo que tenía y que se trabajó como si fuera piedra natural. Para más calamidad al fabricante de este “veneno” se le adjudicó la medalla de Andalucía. Esto viene a ser una constante pérdida de puestos de trabajo por el cierre de empresas, pasando de unas 34 a unas 4 o 5, cuando en las marmolerías jamás se había producido una enfermedad de silicosis. También puedo recordar y hablar de la injusta medida tomada por los juzgados respecto a los eventuales de Delphi, a quienes los propios compañeros la Inspección de trabajo dejaron “tirados”. موقع لربح المال
¿Qué opinión te merece el Colegio? ¿Crees que ha defendido y defiende los intereses de los Graduados Sociales?
En esta cuestión creo que he de ser claro y en este sentido digo que, dentro de que todo es mejorable, el Colegio ha significado el baluarte del engrandecimiento y reconocimiento de la profesión de Graduado Social.
¿Qué logro más importante consideras que la profesión ha tenido? Y, por tus conocimientos ¿Cómo crees que la sociedad ha encajado esos logros?
Muy simple, el reconocimiento tanto social como institucional.
¿Qué aconsejas a los Graduados Sociales en estos difíciles momentos?
Que tengan muy claro que hay que trabajar y evolucionar, una formación permanente y coraje para navegar con los avatares de este ámbito del mundo del trabajo y su entorno.
