El colectivo de profesionales que integra nuestro Colegio conoce bien el interés y empeño de nuestro presidente para que se reconozca nuestra figura como operadores jurídicos, no solo a los efectos más importantes de la Ley Orgánica del Poder Judicial que nos acredita esta capacitación, mediante colegiación obligatoria, como figuras procesales para actuar en los Tribunales. También insiste José Blas Fernández en reivindicar cualquier asunto que incida en este principio de idéntica categoría profesional respecto a abogados, letrados de la Administración de Justicia o procuradores, aunque sea un simple detalle como el que relatamos.
Ha ocurrido hace unas fechas. Una fotografía de SM el Rey Felipe VI vestido con toga ilustraba en un apartado de la web del Tribunal Supremo las explicaciones sobre las condecoraciones de nuestro monarca: Gran Collar de la Justicia, escudo de magistrado, Toisón de Oro, y el significado de las «puñetas o vuelillos» que adornan las mangas. Respecto a la vestimenta, la toga o «ganacha», en la mencionada información no se citada a los graduados sociales como operadores jurídicos que deben usarla como prenda de trabajo en las vistas.
Gracias una amable carta de nuestro presidente al Gabinete de la Presidencia del TS, la información se ha corregido con celeridad, motivo por el que José Blas Fernández ha mostrado su satisfacción y agradecimiento por la sensibilidad de sus rectores a nuestra profesión.
Pueden parecer detalles sin importancia, pero quién mejor que nosotros mismos para mostrar nuestro orgullo de pertenencia a una profesión jurídica tan importante en la sociedad actual y tratar de corregir pequeños fallos, sin mala intención. «Si somos constantes con las cosas pequeñas, también seremos capaces de trabajar y luchar por nuestra profesión en cuestiones de gran alcance», asegura nuestro presidente.
