Por José Blas Fernández Sánchez, Presidente del Excmo. Colegio Oficial de Graduados Sociales de Cádiz-Ceuta, Presidente de Honor del Consejo General de Graduados Sociales de España, Presidente del Consejo Andaluz de Colegios de Graduados Sociales
Fue hace 22 años. Hacia las 14:30 horas del día 10 de febrero de 1997, cuando volvía de Cádiz de dar una conferencia al colectivo de los Graduados Sociales, Rafael Martínez Emperador, magistrado de la Sala IV del Tribunal Supremo, acudió a su domicilio en la madrileña calle Narváez a recoger unos documentos para partir hacia Barcelona para volver a dar otra ponencia relacionada con su profesión de Magistrado.
A pocos metros de su casa, un miembro de ETA lo mató de un disparo en la cabeza. بوكر تكساس بويا Allí, un prestigioso miembro de la Judicatura, padre de tres hijos, fue abatido por un asesino. Uno de tantos como nuestro país ha soportado y padecido. Con el paso del tiempo, la sociedad civil tiene que reconocer cómo se pagó un precio altísimo para llegar al actual momento. ووكاش بيشتشيك
Los Graduados Sociales de Cádiz-Ceuta le dimos su nombre a la “Escuela de Práctica Jurídica”, para recordarlo y tenerlo siempre presente a lo largo de nuestra vida profesional. Fue todo un ejemplo, como Magistrado, persona, esposo y padre.
Hoy, este colectivo de operadores jurídicos que represento quiere tener, una vez más, el recuerdo de ese día, porque la semilla de Rafael Martínez Emperador sigue presente entre nosotros. Su última conferencia relacionada con la jurisdicción del Orden Social la impartió en Cádiz para el engrandecimiento de nuestra profesión. امريكان اكس برس
Querido Rafael, siempre te tendremos presente y esperemos que tu recuerdo, plasmado en una lápida en el edificio de Iberoamérica, sede judicial de aquellos tiempos, nos recuerde que, para llegar hasta el día de hoy, nuestra democracia ha pagado un alto precio.