Ejerzo mi profesión en Algeciras desde abril de 2007 en la asesoría que mi padre fundó a finales de los años 70. Estoy casada y tengo dos hijos.
¿Qué te impulsó a ser Graduado Social?
Básicamente, la dedicación, la entrega y el orgullo con el que mi padre me hablaba siempre de esta profesión. Eso fue lo que hizo que me dedicara a ella.
¿Cómo ves ahora la profesión?
En mi opinión, más necesaria que nunca. Somos de esos profesionales que siempre están al lado de las personas, de sus necesidades. Y eso es algo que en estos momentos tan delicados para tantos trabajadores, resulta fundamental para atender un derecho que es básico en nuestra sociedad.
¿Recuerdas alguna situación concreta a lo largo de tu trayectoria que merezca considerarse un ejemplo de tu desempeño profesional?
Creo que todos los que formamos parte del colectivo de Graduados Sociales hemos realizado una tarea ejemplar durante el último año y medio llevando a cabo una labor callada pero fundamental en la defensa y protección del medio de vida de muchísimos trabajadores que se han visto afectados por la pandemia.
¿Qué opinión te merece el Colegio? ¿Crees que ha defendido y defiende los intereses de los Graduados Sociales?
Siempre me he sentido representada por nuestro colegio y considero que se hace un trabajo excepcional. Destacaría, especialmente en los últimos tiempos, el apoyo que se nos ha brindado a los colegiados en todo lo relacionado con las modificaciones normativas y actualización de información tan necesaria para hacer bien nuestro trabajo.
¿Qué logro más importante consideras que la profesión ha tenido? Y, por tus conocimientos ¿Cómo crees que la sociedad ha encajado esos logros?
Para mí, el que podamos firmar el Recurso de Suplicación. Los Graduados Sociales hemos visto cumplidas una de nuestras más ansiadas aspiraciones ante la Jurisdicción Social, al ser modificada la Ley de Procedimiento Laboral que nos permite interponer, firmar e impugnar citados Recursos.
¿Qué aconsejas a los Graduados Sociales en estos difíciles momentos?
Sobre todo formación continua, que siempre ha sido importante, pero que en estos momentos es fundamental. Quisiera también romper una lanza por el compañerismo dentro de nuestra profesión. Considero que en un colectivo como el nuestro, la unión es básica para, entre todos, llevar la Justicia Social como bandera.