¿Qué le impulsó a ser Graduado Social?
Hijo de Juan Molina Morales, uno de aquéllos verdaderos emprendedores que se aventuraron a embarcarse en esta nueva Profesión que nacía como una oportunidad para cubrir una nueva necesidad que surgía en tiempos burocráticos de muchísimas dificultades y de gran incertidumbre, donde nadie sabía a ciencia cierta cuál sería el devenir del nacimiento de esta Profesión que formó este ambicioso colectivo de los primeros Graduados Sociales.
Me considero un Graduado Social de “cuna”… con valores inculcados desde mi niñez en esta dura y exigente profesión eminentemente vocacional.
Recuerdo, siendo un niño, acompañar a mi padre para defender su Tesis final en la Escuela Social de Granada, donde obtuvo su titulación ya siendo padre de tres hijos, de los cuales dos, yo y mi hermano Jorge, hemos seguido su senda como Graduado Sociales ejercientes, y mi hermana Mª José, quien desde siempre fue el apoyo incondicional de mi padre, estando asegurada la sucesión familiar de Graduados Sociales al estar cursando actualmente su hijo los estudios de Grado Universitario de Ciencias del Trabajo.
Formé parte de la Primera Promoción de la Diplomatura de Relaciones Laborales de Cádiz (1993 – 1996), donde, como curiosidad, fui uno de los fundadores de la primera Tuna universitaria de Graduados Sociales en Cádiz, formando parte de la Asamblea de Alumnos de la Universidad de Cádiz, en representación de nuestra Escuela, culminando esta etapa formativa con la experiencia de poder haber podido ofrecer, en representación de los alumnos, el discurso de fin de carrera en el Acto de Graduación en el Gran Teatro Falla de Cádiz.
A partir de ahí, siendo muy joven, con tan solo 23 años, me colegié como Graduado Social, para poder desarrollar la profesión, la cual inicio por mi cuenta y fuera del despacho de mi padre, intentando marcar la nueva tendencia de ofrecer un asesoramiento más integral a las empresas asociándote con otros profesionales.
Desde ahí, formé parte de la constitución en 1.997 de una nueva Asesoría en Cádiz, compatibilizando a partir del 2.002 mi disponibilidad profesional de manera simultánea en otra Asesoría de Chiclana de la Frontera, ciudad en la que resido desde que contraje matrimonio, decidiendo años después, más concretamente en el año 2.008, a formar parte de un equipo de profesionales en una de las importantes Asesorías de la provincia, en la que por la experiencia de tratar con grandes empresas crezco profesionalmente, hasta que, en el año 2.014, doy el salto definitivo de hacerme cargo de uno de otro despacho de reconocida trayectoria en la ciudad de El Puerto de Santa María, donde actualmente ostento su cotitularidad con Marta, la hija de su fundador y Graduado Social D. Manuel Gordillo Perea.
En la actualidad mi Consultora opera bajo la denominación de LABORY CONSULTING, estando compuesta por un equipo humano y profesional de varias personas que ofrecen su experiencia y profesionalidad en todo el ámbito geográfico de la provincia, asesorando a empresas de toda la Bahía de Cádiz, Costa Oeste y Jerez, incluso de otras provincias.
¿Cómo ve ahora la profesión?
Considerada como una actividad ESENCIAL, tenemos la responsabilidad de adaptarnos a los nuevos tiempos, ver las oportunidades que las nuevas tecnologías nos ofrece, formándonos de manera activa y constante, así como abriendo nuestro campo de actuación en las nuevas tendencias que nos ofrece el enorme campo que ofrecen los RRHH y profesionalizarnos para solventar y defender los nuevos conflictos que se nos vienen presentando y que el futuro quiera que nos depare de aquí en adelante.
¿Recuerda alguna situación concreta a lo largo de tu trayectoria que merezca considerarse un ejemplo de su desempeño profesional?
Si tuviera que considerar algo de mi trayectoria de mis 25 años de profesión, siempre con humildad y respeto, es que nunca me he puesto límites y he sido valiente a la hora de tomar decisiones para crecer personal y profesionalmente.
¿Qué opinión le merece el Colegio? ¿Cree que ha defendido y defiende los intereses de los Graduados Sociales?
Como empecé diciendo, el Colegio Profesional ha sido desde su nacimiento erigido como la verdadera arma de los Graduados Sociales en la lucha incansable de “aquéllos verdaderos emprendedores que se aventuraron a embarcarse en aquélla nueva Profesión”, y que como consecuencia de su constancia, lucha, insistencia, y esfuerzo sin descanso, ha conseguido que hoy nuestros estudios tengan la catalogación de Grado Universitario, y la sociedad nos reconozca como verdaderos profesionales del derecho y nos entiendan como necesarios para asesorar y gestionar a sus empresas, así como, se ha conseguido el respecto de otros profesionales y el reconocimiento de las Administraciones.
¿Qué aconseja a los Graduados Sociales en estos difíciles momentos?
No decaer en la ilusión y la fuerza de levantarse cada día para participar activamente en esta sociedad que tantos infortunios ha padecido en estos últimos tiempos, en los que, tanto en la crisis económica, como en la pandemia, nos ha exigido un gran protagonismo, habiendo sabido, no solo a sobrevivir, si no a conseguir un mayor valor y reconocimiento social y profesional. Me siento orgulloso de ser y Graduado Social y pertenecer a este colectivo.