Llevo colegiado desde al año 1994 y siempre ha llevado la gestión de mi despacho en la zona de Jerez de la Frontera, donde tengo el despacho profesional y una buena relación con los compañeros, a mi juicio una parte muy importante a la hora de ejercer la profesión.
¿Qué le impulsó a ser Graduado Social?
Aunque no tuve de inicio una vocación definida, sí conocía la profesión porque a mi padre los temas laborales se los llevaba un Graduado Social de Jerez que siempre me pareció un gran profesional. A raíz de ello me interesé por la carrera y una vez matriculado en primero, desde el principio, puedo decir que me gustó mucho la materia, especialmente el derecho laboral.
¿Cómo ve ahora la profesión?
Difícil de ejercer, principalmente por la inseguridad y exigencia que hoy en día tiene nuestra profesión, en el que hay que estar al día de todo, desde las nuevas sentencias, a la nueva legislación en todos los temas que tocamos en nuestro día a día, en que difícilmente se puede llegar a todo, aunque se intenta.
¿Recuerda alguna situación concreta a lo largo de su trayectoria que merezca considerarse un ejemplo de su desempeño profesional?
Por mi desempeño profesional y el de toda la profesión en su conjunto destacaría la vivida por la profesión derivada de la pandemia desde marzo del 2020 hasta la actualidad. Ha sido una prueba muy dura para todos y por fortuna no conozco ningún caso de compañeros que no hayan estado a la altura de las circunstancias, tanto por nuestros clientes como por sus trabajadores. Recuerdo que tuve que tomar una decisión muy dura, que fue “cortar” el teléfono a los clientes porque literalmente el despacho – al inicio de la pandemia – se caía con las llamadas de pánico de muchos que no nos dejaban ni trabajar ni estudiar lo que iba publicando, y obviamente sin tener una respuesta clara para ellos porque simplemente no la había. Al final y vía wasap se fueron atendiendo a todos los clientes y tranquilizándolos, porque el trabajo se iba haciendo con rigor y seriedad. Todos los ERTES se tramitaron así como las prestaciones colectivas de los trabajadores y prestaciones de autónomos, con jornadas interminables de todo el personal de mi despacho. Al final puedo decir con orgullo que algunos clientes nos felicitaron por el trabajo realizado.
¿Qué opinión le merece el Colegio? ¿Cree que ha defendido y defiende los intereses de los Graduados Sociales?
El Colegio es necesario, y siempre está ahí para lo que se necesite, a mí me lo ha demostrado. En formación o cuando hay algún problema a nivel profesional ya sea en el ámbito personal como en el colectivo. Sabemos que defiende los intereses de los colegiados y por extensión la de los ciudadanos, pues los casos de intrusismo hay que combatirlos por el daño que hace no sólo a la profesión sino a la sociedad en general. بطاقة ابل باي A lo largo de estos años he conocido casos verdaderamente sangrantes.
¿Qué logro más importante considera que la profesión ha tenido? Y, por sus conocimientos ¿Cómo cree que la sociedad ha encajado esos logros? baloot
Son muchos y variados los logros conseguidos. Cuando me colegié recuerdo con una sonrisa que se acababa de ganar la denominada “guerra de togas” que los nuevos colegiados seguramente desconozcan. Como sabemos posteriormente han llegado otros logros que todos conocemos, como la interposición del recurso de suplicación sin firma de letrado y a nivel formativo la promulgación del grado que abre muchas oportunidades de trabajo a los estudiantes. La sociedad reconoce y valora nuestra profesión desde hace ya mucho tiempo como profesión consolidada. Es un logro de los Colegios y de todos en nuestro día a día.
¿Qué aconseja a los Graduados Sociales en estos difíciles momentos?
Honestidad a la hora de asesorar a los clientes y lealtad con los compañeros. En esta profesión hay que saber “decir no” muchas veces y no tener miedo por ello. عايز لعبه الكور Los que llevamos tiempo ejerciendo sabemos que hay clientes que confunden la figura del asesor con la de un “seguro” y egoístamente quieren correr riesgos, pero si posteriormente vienen mal dadas que las consecuencias económicas las asuma el profesional. Yo siempre lo he tenido claro y nunca me he prestado a ese tipo de juegos, porque al final te ahorras disgustos, aunque al final se “pierda” el cliente, que a mi juicio no se “pierde” sino que gana el despacho en lo profesional.
Con los compañeros hay que ser leales y muy respetuosos, aunque haya contadas excepciones que no lo sean, al final se cumple el dicho de que el cliente se van y los profesionales quedamos. Es así.
Felicidades a todos por este aniversario.